21 mayo 2007

El visitante de Tito Bustillo sólo conoce un 5% de su realidad

Publicado en La Nueva España
M. S. Marqués

Entrevista a Rodrigo Balbín Behrmann, Catedrático de Prehistoria de la Universidad de Alcalá de Henares

Catedrático de Prehistoria de la Universidad de Alcalá de Henares, asturiano y director de las investigaciones que se realizan en la cueva de Tito Bustillo, Rodrigo Balbín Behrmann es uno de los autores del libro «Fuentenegroso. Un enterramiento del I milenio a. C. en la sierra del Cuera, Asturias», que llegará en los próximos días a las librerías. El hallazgo de Fuentenegroso se produjo hace algún tiempo, cuando se encontraron los restos de una joven fallecida hace 2.700 años de la que ahora han conseguido reconstruir su historia.
-¿Por qué es importante este hallazgo?
-En primer lugar, porque se trata de un momento muy mal conocido en Asturias, el primer milenio antes de Cristo es muy importante para lo que luego fue la Asturias que conoció Roma, el desarrollo de la cultura castreña y el final del mundo de los megalitos. En segundo lugar, porque existen muy pocos restos humanos conservados de la época, y la mejor manera de acercarse a los protagonistas de un fenómeno histórico es conocerlos directa y físicamente.
-¿Qué aporta al conocimiento de los asentamientos humanos en esa época?
-Ofrece información importante sobre el comportamiento humano más cotidiano. Sabemos que era una mujer joven acostumbrada a caminar hasta la altura de la sierra de Cuera, a pastorear rebaños de animales en la altura y a cargar pesos desde su juventud, que fue enterrada intencionalmente en una cueva natural de lo alto de la sierra, dentro del ambiente de su trabajo y de su vida, con las joyas sencillas que llevaría en vida.
-Una auténtica pastora.
-A pesar de estar en continuo contacto con el ganado, su alimentación era más vegetal que animal, aunque equilibrada y adecuada para su desarrollo y supervivencia. Nos acerca a la gente común de la época, cuyo comportamiento puede reconstruirse, a falta de documentos escritos, a partir de los datos arqueológicos.
-El estudio tiene cuatro autores, ¿cómo se han dividido el trabajo?
-El libro en su forma actual ha sido realizado, principalmente, por Rosa Barroso y Jorge Camino, con la colaboración de Primitiva Bueno. Mi intervención ha sido la menos relevante, y se ha remitido a la realización de fotografías y algún gráfico, pero todos nos hemos mantenido en continuo contacto, revisado los originales y aportado los conocimientos propios de cada uno.
-¿El oriente de Asturias se lleva la palma en yacimientos del máximo interés?
-Toda Asturias tiene el máximo interés para la presencia de documentos prehistóricos y protohistóricos. Dado que la abundancia de cuevas en la zona es mayor, la proporción de restos conservados es importante y augura muy buenas expectativas de futuro.

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